9-19-2024 Bilingual Torah Commentary/ Comentario Bilingúe de la Toráh
Elul: Escuchando los Sonidos del Shofar
Elul: Hearing the Sounds of the Shofar
שאלו שלום ירושלים
Pray for the peace of Jerusalem
Orad por la paz de Jerusalén
Since there was no parashah last week, I am taking the liberty of commenting both last week’s parashah “Ki Tetzey” (found in the Book of Deuteronomy 21:10 – 25:19) and this week’s parashah, “Ki Tavo” found in the Book of Deuteronomy 26:1-29:8).
Last week’s parashah, Ki Tetzey, covered a wide range of social policy issues, some of which touch upon the modern world and others that might appear to us to be merely of historical value. Among the topics that last week’s parashah touch upon are: (1) how does a society deal with captive women, (2) how are defiant children to be treated, and (3) how does a society regulate acts of human sexuality such as: marriage, divorce, virginity, sexual mutilation, and rape?
Many of these Biblical concepts speak directly to us. For example, we only have to see Hamas’ sexual acts against women (and men) on October 7th of last year or become cognizant of the U.S. southern open border tragedies to understand that sexual perversion and slavery, now called by the “cleansed” name of ”human trafficking,” very much exists in our world and is often ignored for political reasons. Just as G-d told Cain that his brother’s blood cried out to him so should the hypocritical silence of the so-called women’s organizations cry out to each of us.
One of the purposes of this parashah is to teach us that the purpose of education is to make us think, to challenge our assumptions, and to see an issue not from what is politically advantageous or “correct” but from what is morally right. How meaningful is this philosophy in a world in which dialogue has been replaced by political certainty, and in which shouting and violence have replaced thoughtful conversations and the ability to listen calmly to what the other person is saying.
We need to ask ourselves: does our modern education system emphasize reflective thought and teach people to respect multiple viewpoints or has it become merely a center for mind control? Have our universities become mere centers for indoctrination rather than centers for critical thinking and intellectual exchanges of ideas?
Turning to this week’s parashah we take the ideas introduced in last week’s parashah to a deeper level. What distinguishes Jewish culture from other ancient cultures is that the emphasis of Jewish culture is on moral actions, rather than for example in the case of the ancient Greek culture, visual beauty. This difference in emphasis does not mean that other ancient cultures lacked profound ideas or that Hebrew thought lacked beauty but rather where each culture placed its emphasis. Hebrew culture cared less about the beauty of a speaker’s rhetoric and more about the depths of his/her ideas.
Anyone attuned to modern politics knows that the conflict between style and substance is still very much alive. Like many ancient cultures, we currently tend to look less at the issue, and more at the rhetoric or style of words that surround the issue — too often it is not what is being said but rather who is saying it. Do we vote for politicians, not because of the depth of their arguments, but rather on how they sound or look?
This week’s parashah argues that what G-d wants, or demands of us, is not style, but substance. It is our actions that reveal who we are and measure the depth of our character. These weekly sections teach us that no matter how brilliantly we present the superficial, it is still the superficial. These two parashiyot teach us that it is not about what any of us says but rather about what we do that matters. How do you view these ideas?
Pray for Israel’s wellbeing and the hostages’ safe return.
Como en la semana pasada no estudiamos la parashá. Esta semana estudiaremos la parashá pasada y la de esta semana juntas “Ki Tetzey” (que se encuentra en el Libro de Deuteronomio 21:10 – 25:19),”Ki Tavo” (que se encuentra en el Libro de Deuteronomio 26:1-29:8), esta semana me doy la libertad de comentar sobre ambas secciones semanales.
La parashá para la semana pasada, Ki Tetzey, cubrió una amplia gama de cuestiones de política social, algunas de las cuales afectan al mundo moderno y otras que podrían parecernos de meramente valor histórico. Entre los temas que toca la parashá de esta semana se encuentran: (1) ¿cómo trata una sociedad a las mujeres cautivas?, (2) ¿cómo se debe tratar a los niños desafiantes? y (3) ¿cómo regula una sociedad los actos de sexualidad humana como: matrimonio, divorcio, virginidad, mutilación sexual y violación?
Muchos de estos conceptos bíblicos nos hablan directamente. Por ejemplo, sólo hay que ver los actos sexuales de Hamas contra mujeres (y ahora se sabe también contra los hombres) el día 7 de Octubre del año pasado o tomar conciencia de las tragedias de la frontera abierta del sur de Estados Unidos para entender que la perversión sexual y la esclavitud, ahora llamadas con el nombre “purificado” de “trata humana”, existen en nuestro mundo y a menudo se las ignora por razones políticas. Así como D-os le dijo a Caín que la sangre de su hermano lo gritaba, así también el silencio hipócrita de las llamadas organizaciones de mujeres debería gritar a cada uno de nosotros.
Nuestros maestros talmúdicos, como lo hace esta parashá, nos enseñan que el propósito de la educación es hacernos pensar, cuestionar nuestras suposiciones y ver un tema no desde lo que es políticamente ventajoso o “correcto”, sino desde lo que es moralmente correcto. ¿Qué sentido tiene esta filosofía en un mundo en el que el diálogo ha sido reemplazado por la certidumbre política, y en el que los gritos y la violencia han reemplazado las conversaciones reflexivas y la capacidad de escuchar con calma lo que dice la otra persona?
Debemos preguntarnos si: ¿Nuestro sistema educativo moderno hace hincapié en el pensamiento reflexivo y enseña a la gente a respetar múltiples puntos de vista o se ha convertido simplemente en un centro de control mental? ¿Nuestras universidades se han convertido en meros centros de adoctrinamiento en lugar de centros de pensamiento crítico e intercambios intelectuales de ideas?
Regresando a la parashá de esta semana, llevamos las ideas introducidas en la parashá de la semana pasada a un nivel más profundo. Lo que distingue a la cultura judía de otras culturas antiguas, como la griega, es que su énfasis no estaba en la belleza visual sino en las acciones morales. Esta diferencia de énfasis no significa que otras culturas antiguas carecieran de ideas profundas o que el pensamiento hebreo careciera de belleza, sino más bien dónde cada cultura ponía su énfasis. A la cultura hebrea le importaba menos la belleza de la retórica de un orador y más la profundidad de las ideas del orador.
Cualquiera que esté en sintonía con la política moderna sabe que el conflicto entre el estilo y la sustancia sigue muy vivo. Como muchas culturas antiguas, tendemos a prestar menos atención al tema y más a la retórica o el estilo de las palabras que las rodean. A menudo, no se trata de lo que se dice sino de quién lo dice. ¿Con qué frecuencia votamos a políticos, no por la profundidad de sus argumentos, sino por cómo suenan o se ven?
La parashá de esta semana sostiene que lo que Dios quiere, o exige de nosotros, no es estilo, sino acciones. Son nuestras acciones las que simbolizan quiénes somos y miden la profundidad de nuestro carácter. Las secciones de esta semana nos enseñan que, sin importar cuán brillantemente presentemos lo superficial, sigue siendo lo superficial. La parashá de esta semana nos pide que juzguemos a cada candidato por la consecuencia de sus políticas en lugar de por nuestras emociones.
Estas dos secciones semanales nos enseñan que lo que importa no es tanto lo que cualquiera de nosotros dice, sino más bien lo que hacemos. ¿Cómo veis estas ideas?
Orad por el bienestar de Israel y por el regreso sano y salvo de los rehenes
YouTubes for the week
YouTubes para la semana
Music to Set the Tone for the New Year: Three versions of Avinu Malkeinu
Musica para establecer el tono para el Ano Nuevo: Tres versiones de Avinu Malkeinu
Shulem Lemer
Hila ben David
One Thousand Studends
Mil Estudiantes
Please pray for Israel’s soldiers and the safe return of all of the remaining hostages.
Oren por los soldados de Israel y por el regreso sano y salvo de todos los rehenes.